jueves, 16 de diciembre de 2010

BERNARDO ATXAGA


Para conocer este autor, lo mejor es consultar su página web, sin mas. Allí encontraremos una amplia información sobre su vida, su obra, los galardones recibidos, la difusión de sus escritos, etc. Podeis acceder a ella directamente desde el siguiente enlace:

http://www.atxaga.org/

Pero me ha parecido muy revelador, para entender las razones mas íntimas y personales que le han llevado a convertirse en un escritor en lengua vasca, el poema que aparece a continuación, incluido en su último libro de poemas "Nueva Etiopía", y que intencionadamente aparece colocado al comienzo de su biografía en su web, redactada por Mari Jose Olaziregi.

Escribo en una lengua extraña

Escribo en una lengua extraña. Sus verbos,
la estructura de sus oraciones de relativo,
las palabras con que designa las cosas antiguas
-los ríos, las plantas, los pájaros-
no tienen hermanas en ningún otro lugar de la Tierra.
Casa se dice etxe; abeja erle; muerte heriotz.
El sol de los largos inviernos, eguzki o eki:
el sol de las suaves y lluviosas primaveras,
también eguzki o eki, como es natural;
Es una lengua extraña, pero no tanto.

Nacida, dicen, en la época de los megalitos
sobrevivió, lengua terca, retirándose,
ocultándose como un erizo en este lugar
que ahora, gracias precisamente a ella,
muchos llamamos País Vasco o Euskal Herria.
Sin embargo, su aislamiento no fue absoluto:
gato es katu; pipa es pipa; lógica es logika.
Como concluiría el príncipe de los detectives,
el erizo, querido Watson, salió de su madriguera
y visitó muchos lugares, y sobre todo Roma.

Lengua de una nación diminuta,
lengua de un país que no se ve en el mapa,
nunca pisó los jardines de la Corte
ni el mármol de los edificios de gobierno;
no produjo, en cuatro siglos, más que un centenar de libros:
el primero en 1545; el más importante en 1643;
el Nuevo Testamento, calvinista, en 1571;
La Biblia completa, católica, allá por 1860.
El sueño fue largo, la biblioteca breve;
Pero, en el siglo veinte, el erizo despertó.

(Bernardo Atxaga, Nueva Etiopía, El Europeo, 1996)

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